Nacido con el nombre de Frank Owen Goldberg en Toronto,
Canadá, y luego de cambiarlo a Frank Owen Gehry, este polémico Arquitecto
adoptó más tarde la nacionalidad estadounidense. Su
familia era de origen judío-polaca, con un padre que se dedicaba al comercio de
materiales y una madre melómana. Se graduó en la Universidad del Sur de
California en 1954 -donde había comenzado estudios de artes plásticas- (año en
que se cambió el nombre por presiones de su primera esposa, quien argumentaba
que su apellido hebréo era un impedimento para su eventual éxito profesional)
de Arquitecto y comienza a trabajar en la Oficina de Victor Gruen &
Asociados, en Los Ángeles. Tuvo que ausentarse durante un año para hacer el
servicio militar y, a su regreso, fue admitido a la Escuela de Diseño en la
Universidad de Harvard para estudiar Urbanismo; donde permanece por breve lapso
y manifiesta escaso interés en el programa allí ofrecido. A su regreso a Los
Ángeles se incorporó nuevamente en la firma de Gruen. En 1961, ya casado y con
dos hijas, Gehry se trasladó con su familia a París, donde trabajó en el
estudio de André Rémonder. La educación francófona que había recibido en Canadá
le fue de gran ayuda para desenvolverse en París. Permaneció allí un año;
tiempo durante el cual estudió, escrupulosamente, las obras de Le Corbusier y
otros arquitectos franceses y europeos, así como las iglesias románicas
existentes en Francia. Cuando regresó a Los Ángeles, Gehry abrió su propio
estudio de Arquitectura. En los años siguientes fue desarrollando un estilo
arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional. Su
arquitectura es -más allá de no pocos lapidarios juicios en torno a ella-
impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. En un mismo
edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente
visual entre ellas. Sus diseños no son fáciles de valorar para el observador
inexperto, ya que una buena parte de la calidad de diseño se encuentra en el
juego de volúmenes y en los materiales empleados en las fachadas,
preferentemente el metal, en todo lo cual sólo el entendido reconoce
enteramente la armonía y el diseño estructural. Por otra parte, la utilización
de sofisticados instrumentos tecnológicos en los procesos proyectuales
-llegando a desarrollar, "in-house", programas especifícos para
tales fines (CATIA entre ellos) y que Gehry ha patentado- le ha permitido
crear edificios verdaderamente singulares e inimagibles de de contar con tales
recursos. Consecuentemente Frank Gehry es estimado como uno del los precursores
de la "Blobitectura". Gehry es uno de los arquitectos contemporáneos
que considera que la Arquitectura es un arte, en el sentido de que una vez
terminado un edificio, éste debe ser una obra de especial "valor
estético" -por encima de cualquier consideración de carácter puramente
práctico o funcional- como si fuese una escultura. Para acercarse cada vez más
a este ideal, Gehry ha ido trabajando en sus sucesivos proyectos en esta
dirección, sin abandonar otros aspectos primordiales de la arquitectura, como
la integración del edificio a su entorno. En 1989 fue galordonado con el Premio
Pritzker y en 1999 con la Medalla de Oro del AIA (Instituto Americano de
Arquitectos).